Durante meses, la industria cinematográfica ha estado envuelta en un debate constante sobre el papel de la inteligencia artificial en la creación de películas.
Esta temporada de premios, antes de que las publicaciones de Karla Sofía Gascón sobre George Floyd y el Islam generaran controversia, la discusión en la industria se centró en el uso de la IA para modificar las interpretaciones vocales.
La polémica giró en torno a Emilia Pérez, donde se utilizó IA para mejorar el canto de Gascón, y The Brutalist de Brady Corbet, que empleó IA para perfeccionar la pronunciación en húngaro de Adrien Brody y Felicity Jones.
La fuerte reacción contra estas aplicaciones de IA, que fueron menores y aprobadas por los propios artistas, pone de manifiesto la creciente preocupación en la industria del entretenimiento. Muchos ven la IA como una amenaza directa al empleo y a la autenticidad artística. Celebridades como Robert Downey Jr., Glenn Close y Hank Azaria han expresado abiertamente su oposición a la IA, según informa The Hollywood Reporter.
En respuesta, algunos distribuidores han comenzado a etiquetar sus películas con “sin IA”, una certificación tecnológica similar a la garantía de que “no se maltrataron animales” en una producción.
Al mismo tiempo, el filme stop-motion Memoir of a Snail de Adam Elliot (nominado al Oscar este año) lleva un crédito de “hecho por humanos”, que siempre arranca aplausos. Sin embargo, detrás de la indignación pública, se está gestando un cambio que empieza a ver la IA como un recurso en lugar de una amenaza.
Entusiasmo en la industria cinematográfica
“Hay una increíble ola de entusiasmo entre muchos cineastas y artistas sobre lo que estas nuevas herramientas pueden hacer si se utilizan correctamente”, dice Scott Mann, cofundador y co-CEO de Flawless, una compañía de IA con sede en Los Ángeles especializada en doblaje de idiomas extranjeros. “Pero la gente tiene miedo de hablar de ello por lo que ocurrió con The Brutalist.”
Flawless trabajó con el director alemán Tom Tykwer en The Light, la película de apertura del 75º Festival de Berlín, utilizando su tecnología de “doblaje inmersivo” con IA para producir una versión en inglés. Mientras que el público del Berlinale verá la versión original en alemán, los compradores norteamericanos tendrán acceso a una versión doblada con IA.
Flawless y XYZ Films adquirieron los derechos de doblaje en inglés y los ofrecerán en el European Film Market de Berlín. A diferencia del doblaje tradicional, que ajusta el diálogo traducido a los movimientos de labios, la tecnología de Flawless modifica los movimientos originales de los actores para que coincidan con el doblaje, manteniendo la autenticidad de sus interpretaciones.
Este método es diferente a las técnicas de “clonación de voz” utilizadas en The Brutalist y Emilia Pérez, donde la compañía ucraniana Respeecher transformó digitalmente las voces de los actores, permitiendo a Gascón alcanzar notas más altas y a Brody mejorar su pronunciación del húngaro.
Flawless busca ampliar el alcance global del cine internacional, particularmente en películas de género con atractivo comercial. XYZ Films (The Raid, BlackBerry) ha lanzado una serie de películas dobladas con IA en EE.UU., comenzando con el thriller de ciencia ficción sueco Watch the Skies, seguido de Vincent Must Die (Francia) y Smugglers (Corea del Sur).
“Los cineastas están encantados porque significa que sus películas, que de otro modo nunca habrían tenido un estreno en cines en EE.UU., ahora serán vistas por una audiencia más amplia”, dice Mann.
Para garantizar un uso ético de la IA, Flawless ha establecido acuerdos con SAG-AFTRA. En su discurso del 21 de enero en Davos, el negociador principal de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, mencionó a la empresa como un ejemplo de IA “diseñada para servir a la creatividad humana, no para reemplazarla”.
“Los estudios deberían desarrollar esta tecnología y su implementación en la industria en colaboración con los sindicatos de talento”, argumenta David McClafferty, exproductor de doblaje en Netflix. “La transparencia de los estudios, no solo con los talentos, sino también con la audiencia, es esencial. La audiencia no es estúpida.”
Fuera de Hollywood, la localización con IA ha sido bien recibida como una solución económica para adaptar películas a mercados internacionales. The Witch Game, de Argentina, usó IA para replicar las interpretaciones en español en inglés para su estreno en EE.UU. y Reino Unido.
Por otro lado, la película polaca Putin, un biopic político sobre el líder ruso, empleó IA para superponer el rostro de Putin sobre un actor de físico similar. La película ha sido un éxito de ventas, firmando acuerdos en más de 60 países. “En general, los compradores reaccionaron positivamente al aspecto de IA en Putin“, dice Michael Roesch, director de Kinostar. “Cuando lanzamos los tráilers, muchos se sorprendieron de lo realista que se veía el Putin del film. Esto definitivamente fue un punto de venta para nosotros.”
A pesar de sus ventajas, persisten preocupaciones sobre la pérdida de empleos y la posible estandarización creativa. “Si se les deja actuar libremente, la alta gerencia implementaría IA en el doblaje de arriba a abajo sin importar las reacciones negativas, porque para ellos, los accionistas están por encima del arte”, advierte Debra Chin, exejecutiva de localización de Netflix.
McClafferty adopta una postura más equilibrada. “Creo en una industria con IA ética junto al talento humano”, dice. “La localización es solo una parte pequeña de la industria, pero puede servir como indicador de cómo los estudios intentarán implementar la IA en general”.
A medida que Hollywood enfrenta dificultades económicas y creativas, muchos comienzan a reconsiderar la IA no como una amenaza, sino como una herramienta para la innovación.
